Una diosa, un regalo
¿Te has sentido en algún momento de tu vida como si estuvieras poseída o dominada por muchas energías, incapaz de entender y controlar lo que pasa ahí adentro?
Antes de continuar, quiero que entiendas que, cuando hago referencia a Las Diosas, estoy hablando de la energía radiante y luminosa que poseemos por naturaleza. Ellas, las Diosas, lo creamos o no, están operando en nuestra psique, y cuando las bloqueamos o reprimimos, esas energías contrarias opacan nuestro ser. Todo aquello que negamos o reprimimos se convierte en oscuridad, afectando en nuestro diario vivir.
Para ello lo primero es darse cuenta y tomar consciencia. Hemos venido a gozar, a amar, así que toca desarrollar la voluntad para cambiar todo aquello que nos esta perjudicando. ¿Cómo? Recurriendo a la sabiduría que está en nuestro interior y que parte de nuestro linaje ancestral. Así que hay que ponerse en movimiento. Charla con ellas, hazles preguntas.
Para poder entender un poco lo que pasa en nuestro interior, tenemos que analizar de dónde venimos, ya que, como es bien sabido, la feminidad ha vivido reprimida y coartada de libertad. Obedecemos a mandatos culturales y sociales, por y para la tradición, que lo único que ha conseguido es hacernos daño y robar nuestra identidad.
Vivimos sin ser vistas, silenciadas y sin mostrar quienes somos verdaderamente. Nos creemos que, al no cumplir con los cánones marcados por la sociedad no tenemos derecho al amor, al dinero, a las cosas bonitas de la vida.
Un aspecto en el que solemos fallar casi todas las mujeres es que, creemos que tenemos que vaciarnos para ser aceptadas, o para que alguien permanezca a nuestro lado. Una tarea pendiente y primordial que nos queda por resolver, es la de buscar el equilibrio entre el dar y el recibir, ya sea en cualquier tipo de relación que tengamos en nuestra vida.
Otra de las pruebas a superar es aprender a comunicarnos, expresarnos. Ser creativas, asertivas, empáticas, compasivas y ¡Diosas!
No permanezcan en relaciones que ya están rotas, suspirando por un amor que no fue ,o vivir en la rueda de hámster o una montaña rusa, sólo por estar acompañadas. Hay que aprender a desarrollar el amor incondicional y honrarte por el simple echo de SER.
A lo largo de las siguientes páginas iremos descubriendo los regalos que nos trae cada Diosa.